domingo, 29 de noviembre de 2009

3 años de la era Calderón

Recuerdo esos días en los que el comentario generalizado era que el PAN no tenía un candidato presidenciable, lo único que tenían era a Creel. Desde aquella lejana época yo apoyaba a Calderón, realmente me parecía que no solo era lo 'menos peor', yo en verdad creía que era la mejor opción.

Habiendo seguido la trayectoria de Calderón por muchos años no tenía yo dudas de que el PAN tenía que candidatearlo a él. Sin duda un hombre lleno de defectos como todos pero con una gran capacidad e inteligencia. Cuando se 'destapó' lo apoyé abiertamente, aún a pesar de las fuertes críticas que recibí por parte de medio mundo.

La plataforma que presentó Calderón me ayudó mucho a convencer a la gente que era la opción correcta. Prometía mucho apoyo a la iniciativa privada lo cual generaría empleos y ayudaría al desarrollo del país. Prometía también ampliar la base contribuyente y disminuir los impuestos para los contribuyentes cautivos (entendí perfectamente que sin lo primero jamás ocurriría lo segundo). En fin, prometió mucho pero mucho de eso se veía realizable, incluso con un Congreso dividido que no lo dejara maniobrar mucho.

Después de una campaña en la que llovieron descalificaciones por todos lados, en las que se polarizó horriblemente la sociedad y de unas elecciones que dejaron un país dividido comenzó la pesadilla.

A Calderón se le olvidó la gente que votó por él, y tratando de 'reconciliarse' con quienes apoyaron a su adversario comenzó a implantar medidas que justamente eran contrarias a la ideología de sus simpatizantes. Y entonces quedó mal con todos, el pensamiento generalizado fue que eran una mala copia del 'proyecto' de AMLO que en lugar de atraerle simpatías le ahuyentó apoyo.

Calderón ha privilegiado la confianza que les tiene sobre la capacidad para conformar su equipo de trabajo (sin duda hay excepciones). Está claro que prefiere tener amigos a su lado que gente preparada y con experiencia en el gabinete. Y no hay dudas de que el traje les quedó grande, simplemente para poner un ejemplo las medidas que se han tomado por la crisis fueron tibias y tardías y no hablemos del último paquete fiscal que es auténticamente una burla a sus promesas de campaña.

Otro de los grandes errores ha sido la mal llamada guerra contra el crimen organizado, y es un gran error porque no es una estrategia interdisciplinaria, las actividades ilegales van a seguir mientras sea rentable realizarlas, los jóvenes van a entrar al narcotráfico mientras no tengan opciones de desarrollo, las mafias van a seguir operando aunque les maten los peones pues por cada uno que matan hay 10 más dispuestos a ocupar su lugar. Se debe atacar primero financieramente al narco para que con menos recursos sea más difícil reclutar gente, al mismo tiempo se debe generar desarrollo para que la gente no esté dispuesta a dar la vida por 3 meses al servicio del narco que le dará a su familia mucho más de lo que le podría dar en años de trabajo legal. Después de eso entonces si controlar la violencia que quede, pero estos lo están haciendo al revés.

Yo que pensé que Calderón era alguien que podría buscar acuerdos, que sabía negociar, que entendía que hay cosas en las que se debe ceder para que te concedan tus puntos importantes. Pero día tras día veo desdibujarse al líder para encontrar en su lugar una caricatura de lo que pudo haber sido y no fue.

Aún con todo eso cuando me preguntan si me arrepiento de haber votado por Calderón contesto honestamente que no. Es cierto que Calderón ha cometido muchos errores, pero la alternativa era peor, y lo digo con conocimiento de causa pues yo sufrí la administración de AMLO en el DF y en definitiva no es lo que yo espero para el resto del país.

Estamos a la mitad de la era Calderón, todavía está a tiempo de enderezar el rumbo, que aproveche que el PAN se ve perdido en 2012 para hacer las cosas que se requieren y no las que dan votos, quien quita y les sorprenda la cantidad de votos y apoyo que les traerían las medidas poco populares que se requieren... como están las cosas ya no tienen nada que perder.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Incongruencias

El asunto de la extinción de Luz y Fuerza y la liquidación de sus trabajadores ha generado reacciones encontradas. Para muchos -entre los que me incluyo- es una desición correcta que esperamos se traduzca en un mejor servicio para todos; para otros es una agresión en contra de los trabajadores.

Hagamos un poco de memoria, a principio de año muchísimas empresas hicieron grandes recortes de personal, a los trabajadores despedidos que mejor les fue les dieron el equivalente a 18 meses de sueldo, una palmada en la espalda y un hasta luego. Creo que no es necesario explicar como le fue a la inmensa mayoría. En ese entonces no hubo marchas, paros cívicos ni exigencias para que las empresas no corrieran a nadie. Los electricistas han sido liquidados en condiciones envidiables, incluso hay oportunidad de recontratación por parte de CFE para algunos de ellos. Por supuesto que es un despido injustificado, por eso la generosa compensación económica, si hubiera sido justificada les dan su finiquito y ya, sin meses de sueldo por antigüedad ni nada por el estilo. A pesar de todo esto ellos insisten en 'defender su trabajo' sin importarles en lo más mínimo los demás.

¿No hubiera sido mejor haber cuidado su trabajo cuando lo tenían? No entiendo como quieren que la gente los apoye cuando no les importó tratar a los clientes como basura y cuando no les importa tomar como rehen a una ciudad perjudicando la salud o el trabajo de miles de ciudadanos inocentes.

Mención aparte merece por ejemplo el Gobierno del Distrito Federal, que se alza como defensor de los derechos de los trabajadores de LyF pero se olvida de sus propios pendientes con trabajadores por honorarios en múltiples dependencias del GDF y de las Delegaciones. Se le olvida a Marcelo Ebrard el decreto que emitió en julio donde homologaba los salarios del personal de honorarios con el de trabajadores de estructura y basificados, a pesar de que los trabajadores de honorarios no tienen ninguna prestación. Se le olvida también el recorte masivo a mediados de año de empleados de honorarios a los que mandó a la calle de un plumazo y sin un sólo peso, se sabe que incluso hubo a quienes se les quedó debiendo dinero de tiempo ya trabajado. ¡Qué hipócrita pedir se respeten derechos laborales de los electricistas pero mantener a miles de empleados bajo un régimen tan tramposo como el de honorarios!

Ya es hora que la sociedad se vuelva más creativa en su forma de manifestarse, ya basta de afectar a millones de personas inocentes. Tratemos de construir y unir en lugar de destruir y dividir. Dejemos las posturas radicales a un lado y aprendamos a escuchar a la otra parte. No recurramos al insulto gratuito en contra de aquellos que piensan distinto, mejor tratemos de encontrar puntos de acuerdo, crear puentes y CEDER para mejorar la situación para todos.

Y dentro del asunto de las protestas creativas los invito hoy a mantener encendido el Foco Ciudadano, yo ya me anoté y ustedes?

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